La crisis del Estado del Bienestar es mucho más profunda de lo que nos habíamos imaginado, la derrota electoral de Obama demuestra que existe una clara deslegitimación de éste.
Los socialdemócratas tenemos que tomar medidas urgentes ante esta deriva conservadora y reaccionaria. Los resultados de las elecciones americanas han demostrado que los mensajes neoliberales han calado profundamente en la sociedad y en el inconsciente individual.
Hoy por hoy, la sociedad se está fracturando terriblemente, de un lado están los participantes y beneficiados por un modelo de sociedad altamente participada por las instituciones públicas y que apenas deja sitio a la iniciativa privada, por el otro están los excluidos de este modelo social y que por lo tanto se enfrentan enconadamente.
Todos sabemos que en tiempos de crisis donde las oportunidades se reducen considerablemente y la riqueza mengua día tras día, el apoyo a las teorías neoliberales crece exponencialmente, centrando sus ataques en el Estado del Bienestar y en todos aquellos que lo sustentan (sindicatos, partidos de izquierda, empleados públicos....).
Los Socialdemócratas tenemos la obligación de tomar cartas en el asunto. Es nuestra obligación afrontar este problema y resolverlo. Lo primero es hacer un diagnóstico adecuado de la situación; yo propongo comenzar por revisar el enfoque. Es imposible afrontar una problemática de este calibre desde ámbitos nacionales o incluso regionales. Debemos adoptar el viejo adagio ecologísta de "piensa globalmente y actúa localmente". Sólo con planteamientos de ámbito continental estaremos en disposición de luchar contra la amenaza más contundente a la que se ha enfrentado la Socialdemocracias en su ya larga existencia.
Igualmente, no podemos seguir negando un problema que nos debería alarmar a todos y es la tremenda ineficacia que ha demostrado el aparato del Estado del Bienestar para la consecución de sus fines, así, si queremos realmente recobrar la credibilidad y el apoyo de la sociedad, deberemos afrontar con valentía unas profundas reformas de éste, empezando por la priorización del gasto, pasando por el control del mismo y estableciendo para finalizar nuevas estructuras que hagan del Estado del Bienestar el instrumento ágil, eficaz y útil para lograr una sociedad más justa y equitativa en la que se haga realidad el fin último para el que la Socialdemocracia se creo: La igualdad de oportunidades para todos.
En definitiva, está en nuestras manos seguir con la estrategia de la avestruz y seguir haciendo lo que podamos hasta que este explote o se vaya liquidando poco a poco o podemos coger el "toro por los cuernos" y hacer una reforma en profundidad que suponga una verdadera refundación del Estado del Bienestar.
O nos ponemos las pilas o vamos de cabeza al desastre electoral.... Lo peor es que despés de los recortes en UK la gente todavía estaba contenta (menos los estudiantes de los que no se ha vuelto a saber nada)
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