Este señor es el Secretario General del Parlamento Catalán y el único funcionario "apercibido". ¿Obedecerá al TC o arriesgará su puesto de trabajo, sueldazo y estatus por dar gusto a la codicia y el ansia de poder de unos políticuchos que han demostrado una cortedad de miras insuperable?
Pere Sol, como alto funcionario del Estado que es, representa una parte importante del Leviatan y su obediencia o no al mandato del TC nos dará una fiel radiografía de cómo está la salud de este simpático animalito hobesiano.
Todos sabemos que la maquinaria de un Estado, cuando está bien engrasada, es inapelable y no se detiene ante nada ni ante nadie, es más, sus propias normas de funcionamiento la hacen en muchas ocasiones funcionar al margen de decisiones políticas.
Los funcionarios son una parte importantísima de esta maquinaria y por lo tanto debemos estar atentos a cómo se comportan y en qué bando se sitúan. La policía autonómica ya se ha pronunciado en favor de la legalidad, veremos una de las altas instancias parlamentarias catalanas hacia dónde se define.
