ENERGÍA NUCLEAR Y PENA DE MUERTE

Sobre el papel tanto la energía nuclear como el pena de muerte son dos cosas que se podrían llegar a aceptar, sin embargo, ambas dos, deben ser rechazadas por las tremendas consecuencias que puede acarrear un error en su aplicación.

Por mucho que se pueda sostener teóricamente la aplicación de la pena de muerte (Rousseau lo hizo muy bien en el "Contrato Social"), creo que a la vista de la experiencia no puede haber nadie con un mínimo de sensibilidad que la pueda defender, no sólo por la brutalidad de alguno de sus medios a la hora de ser aplicada, sino por la cantidad de errores e injusticias que se producen en su aplicación.

DISCRIMINACIÓN POSITIVA E IGUALDAD

Como socialista, creo firmemente en la igualdad, especialmente en la igualdad de oportunidades. Esto significa por lo tanto, que estoy en contra de cualquier tipo de discriminación, aunque sea "positiva". Muchos compañeros socialistas habrán sufrido en sus carnes este tipo de discriminación y es que en muchas ocasiones he tenido que soportar que mujeres con menos antigüedad en el partido, menos experiencia y menos currículum, me pasaran por encima por el famoso efecto de las "cuotas" que actualmente rige en nuestro querido partido.

DEMOCRACIA PLENA EN LOS PARTIDOS ¡¡¡YA!!!

Como militante de base de uno de los partidos mayoritarios de este país, en muchas ocasiones siento vergüenza ajena cuando veo a los dirigentes y "altos mandatarios" de éstos, postularse, alardear y jactarse de la posible sucesión o de tener que decidir sobre quién encabezará.... Resulta un poco grotesco ¿no?

También tengo que decir que en unos partidos más que en otros, ya que nuestro querido partido, se dotó de un sistema de primarias que por lo menos permite un poco de oxígeno democrático, sin embargo, hay algo que levanta "sospechas" cuando no se quieren seguir dando pasos adelante.

Cuando he tenido oportunidad, siempre he defendido trasladar el modelo de nuestras instituciones democráticas a nuestras "instituciones orgánicas", así, se trataría de eliminar el absurdo sistema de los actuales congresos, donde desde mi punto de vista, sólo se va a "hacer pasillo" y que los "jefes", "cabecillas" o "caciques" (como prefiráis llamarlos) "pasteleen lo suyo".

El militante de base debe tener un voto directo para elegir entre distintos programas, candidatos y equipos, es decir, exactamente igual que en las elecciones convencionales. Así, cuando tocaran elecciones internas (a cualquier nivel), los compañeros interesados en presentarse, deberían conformar un equipo capitaneado por un líder y sustentado con un programa en el que planteara sus ideas y proyectos. El militante elegiría entre las distintas opciones y elegiría al órgano de deliberación ("parlamento"), el cual decidiría por votación un "gobierno" (órgano ejecutivo) que podría ser de un sólo candidato o conformado por varios (en función de las mayorías o no expresadas por los militantes). Es decir, el MISMO SISTEMA QUE TENEMOS ACTUALMENTE PARA ELEGIR A NUESTRO GOBIERNO. Si este sistema es bueno para nuestras instituciones ciudadanas por qué no es bueno para las "instituciones de partido".

Me temo que todos los militantes sabemos la respuesta. Los compañeros de los aparatos perderían el poder y la influencia. En fin, una lástima. Luego hay quien se extraña de lo que pasa en los partidos de izquierda.