DISCRIMINACIÓN POSITIVA E IGUALDAD

Como socialista, creo firmemente en la igualdad, especialmente en la igualdad de oportunidades. Esto significa por lo tanto, que estoy en contra de cualquier tipo de discriminación, aunque sea "positiva". Muchos compañeros socialistas habrán sufrido en sus carnes este tipo de discriminación y es que en muchas ocasiones he tenido que soportar que mujeres con menos antigüedad en el partido, menos experiencia y menos currículum, me pasaran por encima por el famoso efecto de las "cuotas" que actualmente rige en nuestro querido partido.


Si las feministas querían hacernos comprender en nuestras propias carnes lo que se siente cuando eres discriminado por razón de sexo, enhorabuena, lo han conseguido.

Creo que en el camino a la igualdad se puede avanzar de muchas maneras, la primera de ellas, es no centrándonos sólo en la cuestión del género, sino teniendo una visión mucho más abierta de lo que debe suponer la igualdad en todos sus ámbitos, no olvidemos que la cuestión social es la más importante a la hora de determinar la igualdad o desigualdad entre las personas.

La incongruencia fundamental entre el sector feminista de nuestro partido es que a la hora de las elecciones no saben si votar a Esperanza Aguirre por mujer o a Tomás Gómez por socialista. No se dan cuenta que yo, hijo de un obrero, tendré más difícil progresar socialmente que la hija de un acomodado abogado o empresario por muy mujer que sea.

Otro error de bulto en las cuestiones de igualdad de género está en la priorización de los problemas y por lo tanto en la prioridad a la hora de darle solución. En muchas ocasiones estamos empezando la casa por el tejado y así no podemos llegar muy lejos. En las cuestiones de género, como en casi todas las cuestiones, la educación es el pilar fundamental. Una educación centrada en valores de igualdad nos ahorrará muchas medidas "discriminatorias positivas".

Una vez más, la cuestión social también está presente en la priorización de los problemas, ya que el Estado debe facilitar las herramientas necesarias para eliminar las cuestiones que fomentan la desigualdad desde la raíz. Todos estaremos de acuerdo que el ámbito laboral es el prioritario para lograr la igualdad entre hombres y mujeres, pues bien, en este país, se están tomando una serie de medidas de "discriminación positiva" y casi ninguna mujer se ha parado a pensar que lo que hay que eliminar de raíz es la causa de la discriminación salarial y la mayor dificultad de acceso al mundo laboral, es decir, si no igualamos los permisos de maternidad y paternidad, los empresarios siempre tendrán una excusa para discriminar, así pues, una medida prioritaria sería igualar por ley y obligatoriamente el que padre y madre estén ausentes del trabajo durante los mismos periodos de tiempo. Igualmente el Estado debe garantizar el cuidado de los hijos desde la finalización del periodo de baja de maternidad/paternidad, de esta manera ninguna mujer se verá obligada a dejar de trabajar por tener que cuidar a sus hijos con el consiguiente perjuicio que conlleva para su carrera y la dificultad de volver a reincorporarse al mundo laboral. ¿Tan difícil son de ver cuestiones tan básicas como estas? Esto me hace pensar que el movimiento feminista al no fijar sus prioridades y centrarse en la "discriminación positiva", está persiguiendo otro tipo de intereses.

En definitiva, creo que estableciendo las bases sociales para favorecer una igualdad real desde el principio, nos evitamos situaciones de discriminación que sólo generan rechazo y abuso. Vamos a pensar juntos en medidas de base que fomenten la igualdad real. Ahí sí podemos caminar juntos de la mano.

Aquí os dejo un vínculo a una plataforma que sí que lucha por una igualdad real ¿por qué casi nadie la conoce? http://www.igualeseintransferibles.org/