Como bien sabéis, siempre he mantenido una postura muy crítica sobre el nacionalismo, sin embargo, esta postura no debe confundirse con un rechazo radical a cualquier medida de descentralización o desconcentración. Ahora bien, he seleccionado una noticia que creo que arroja mucha luz sobre lo que creo que debemos evitar a toda costa. El sistema autonómico necesita una reforma. Creo que hemos pasado la línea roja, cuando la descentralización de competencias provoca más problemas de los que pretende solucionar, ha llegado el momento de plantearnos si no estaremos utilizando el sistema autonómico con unos objetivos absolutamente espurios. Aquí está el enlace.
