El papel que los "líderes" europeos están jugando en esta crisis resulta tremendamente decepcionante. Su escasa "altura de miras", su poca disposición a solventar los problemas y su ensimismamiento en sus fronteras nacionales hacen que los ciudadanos más europeístas seamos especialmente pesimistas.
Creo que el nacionalismo (esta vez el estatal) tiene mucho que ver con estas actitudes. En vez de tomar un posicionamiento holistico y pensar en términos europeos, parace que los mandatarios del viejo continente miran de reojo a su país antes de tomar cualquier decisión valiente de cara a afrontar el gran reto con el que Europa se enfrenta.
Si algo bueno tenía el sistema de toma de decisiones en Europa era su capacidad para "soslayar" de alguna manera la cortedad de miras nacionales de cada uno de los Estados, sin embargo, llegados a este punto y visto que no somos capaces de adoptar decisiones valientes en el entorno europeo, se hace necesario más que nunca profundizar un poco más en la construcción de un verdadero Estado (y no seguir profundizando en el engendro político en el que nos estamos convirtiendo) donde un Gobierno realmente democrático y europeo tome las decisiones necesarias para convertir a Europa en un verdadero espacio de libertad, democracia y solidaridad.
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