martes, 1 de febrero de 2011

UNA LECCIÓN DE DEMOCRACIA PARA EUROPA

Occidente contempla atónito la ola de "revoluciones" pacíficas que se están produciendo en el norte de África.
Creo que todos nos debemos felicitar de este tipo de movimientos, ya que son un claro signo de fortaleza democrática y sobre todo porque han puesto de manifiesto una vez más la indolencia, desidia y pasotismo de la vieja Europa.
La cuna de la democracia asiste a unas manifestaciones de poder popular en unas sociedades a las que aparentemente ha venido tutelando desde hace años, así que resulta muy paradójico que ahora sean ellos los que nos den lecciones de democracia y soberanía popular.


En las últimas décadas, Europa se ha visto envuelta en un grave retroceso de sus derechos sociales y ciudadanos y la población se ha limitado a seguir idiotizada por el excelente precio de todo tipo de "cachivaches" que la globalización ha puesto en sus manos.

Las pensiones, el seguro de desempleo, la sanidad, la edad de jubilación, la negociación colectiva, los derechos civiles.... no ha habido ningún ámbito de la escena social donde no se hayan producido recortes. ¿Qué ha hecho la población? NADA. Nos hemos limitado a contemplar con indiferencia cómo el movimiento neoliberal ha ido desmontando pieza a pieza el Estado del Bienestar. ¿Qué han hecho los partidos de izquierda? NADA, se han limitado a seguir enfrascados en sus cuestiones domésticas en vez de ponerse a trabajar a nivel europeo para poder plantar cara a las huestes de la globalización.

Mientras tanto en el Magreb, asistimos a una chispa de esperanza democrática que espero algún día prenda en nuestro viejo y maltrecho continente.

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