Creo que el Gobierno también se ha equivocado en esta ocasión, ya que haciendo valer el ascendiente que el Ministro de Trabajo tiene sobre los sindicatos de clase, les ha hecho firmar un pacto que implica un claro retroceso en los derechos sagrados de los trabajadores. El Gobierno ha querido ir acompañado en este viaje y lo que ha conseguido es deslegitimar una organizaciones sindicales que ya estaban bastante cuestionadas.
Los que sigan este blog, sabrán que siempre he defendido un Pacto de Estado para esta situación de "emergencia", sin embargo, creo que lo que se ha firmado recientemente no tiene ningún parecido con lo que esto significa. Pare mí, habría estado justificado una firma así de los sindicatos en un gran acuerdo entre los grandes partidos e instituciones de este país, con el objeto de afrontar de una manera conjunta todos los problemas que afectan a nuestro desarrollo socioeconómico.
Por supuesto este pacto tendría entre otras justificaciones la reforma de nuestras estructuras productivas con el objeto de crear el suficiente empleo como para que no hubiera hecho falta retrasar la edad de la jubilación.
Por supuesto este pacto estaría condicionado a la recuperación de cualquier cesión de derechos sociales que hubiera podido contener, en cuanto las circunstancias económicas lo hubieran permitido.
Lo que se ha firmado recientemente por los sindicatos ha sido una completa cesión de derechos sin ningún tipo de contrapartida, lo que me temo, empeorará la pésima imagen que ya disfrutaban.
Al Gobierno le pediría que cogiera el toro por los cuernos ya de una vez y dejara de marear la perdiz (si es que todavía estamos a tiempo). "Pringar" a los sindicatos en su huida haciad delante no reportará ningún beneficio a la izquierda de este país.
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