Resulta sorprendente comprobar cómo el nacionalismo en cualquiera de sus facetas siempre tiene razón y es que cuando se utiliza el viejo truco de la profecía autocumplida es difícil no tenerla.
El truco consiste en lo siguiente: Pido algo que sé positivamente que es inconstitucional, luego estoy cuatro años haciendo campaña sobre lo necesario que es respetar mi voluntad de decidir y luego, salga lo que salga en la sentencia (salvo que salga lo que los nacionalistas querieren) estaremos sufriendo un ataque a nuestra autonomía y capacidad de autogobierno . Otro ejemplo: Utilizo la táctica de hacerme odioso a los demás y cuando consigo que los demas me odien, digo; "¿ves? me odian, no puedo seguir en este proyecto". Así es muy fácil tener razón siempre.
Los socialdemócratas no podemos entrar en este burdo juego de niños: "si no me das lo que quiero, me cabreo y ya no juego más". España para los socialdemócratas debe ser principalmente un escenario de solidaridad y jamás debemos entrar en planteamientos que bajo la excusa de la barretina y la sardana, pretendan romper esta solidaridad económica entre territorios.
Cuanto más caso hagamos al "niño de la pataleta", más aumentará su chantaje. Ya hemos visto que contra el nacionalismo es muy difícil luchar porque ellos siempre tendrán razón, así, la solución es no hacerles caso en sus planteamientos egoístas e irracionales (es decir, cuando les da la pataleta). Que hay una sentencia de un tribunal del cual nos hemos dotado y no le gusta al "niño", pues lo siento porque a mí también hay muchas sentencias que no me gustan, pero habrá que acatarla igual que yo acato las sentencias que no me gustan.
Hay que tener cuidado de que la pataleta no nos impida ver lo esencial, que no es otra cosa que los hombres nacen y viven libres e iguales en dignidad y derechos, entonces todo esto del hecho diferencial y la bilateralidad y todos esos cuentos chinos no son nada más que monsergas para que unos cuantos listos tengan coche oficial y si cuela estatus de jefe de estado que debe molar mucho.
Ya sé que otro argumento muy recurrente de los nacionalistas es tildar a todo el mundo de nacionalista, es decir, ellos dirán que yo soy nacionalista español porque escribo y pienso en español y como tengo un estado que me representa no puedo sentir la injusticia que ellos sienten. Pues bien, les diré que frente a una visión del mundo dividida en naciones, los socialdemócratas vemos un mundo dividido en clases sociales y por lo tanto yo no veo naciones sino estados que son instrumentos políticos para lograr la libertad y la igualdad entre ciudadanos.
Lo peor de todo, es que estos niños de la pataleta no se dan cuenta de que están jugando con fuego y que frente a la irracionalidad de su pataleta de "no quiero seguir en el juego", está otro niño pequeño con otra pataleta que "sí quiere seguir en el juego y que además quiere que los otros también sigan jugando". Ya sabemos en lo que suele acabar la pataleta de dos niños mimados.
Ok, a lo dicho, como socialista, tengo que estar de acuerdo.
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