Siempre me ha llamado poderosamente la atención que en los movimientos de Izquierda, mientras las bases son eminentemente obreras y de origen humilde, los cuadros de mando, tienden a conformarse por profesionales liberales/intelectuales y ya no suelen ser de un origen tan humilde.
Tal vez uno de los casos más paradigmáticos que nos podamos encontrar es el de la cúpula de PODEMOS. Dos de sus cabezas más visibles han nacido en el seno de sendas familias acomodadas y nunca han tenido que enfrentarse a las estrecheces típicas de las familias más humildes.
Resulta cuanto menos chocante que personas que nunca han tenido que preocuparse por el dinero de su educación, encontrar una vivienda o sufrir en sus carnes el drama del desempleo, son los más avezados en predicar las virtudes de la Revolución.
No dudo de que su compromiso con la clase obrera sea sincero, sin embargo, sigo pensando que para poder de verdad defender sus intereses debes ser uno de ellos, haber vivido en sus barrios y sufrido sus dificultades. Todo lo demás me parece un poco oportunista y una forma de querer seguir siendo una élite que tal vez en tu clase social no te dejaran ser.
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