En Cataluña están dispuestos a recortar lo más sagrado del Estado del Bienestar (sanidad) y todavía no se ha dicho una palabra de recortar los gastos destinados a cuestiones muy secundarias como el gasto destinado a "embajadas" catalanas por el mundo, subvenciones al doblaje, a Casals en todo el mundo, agencias catalanas de temas siempre duplicados (¿realmente no puede predecir el tiempo la AEMET en Barcelona?), televisiones autonómicas (¿hacen falta tantos canales públicos?), orquesta nacional de Cataluña, subvenciones de promoción del catalanismo (casi siempre en Aragón, Valencia y Baleares), promoción de símbolos y mitos de la nación catalana.... Parece que todas estas tonterías finalmente le van a salir muy caras a los ciudadanos catalanes, tan caras como que les puede costar su salud.
¿Se tiene que poner en peligro la salud de las inmensa mayoría de los catalanes para dar satisfacción a las ínfulas de una inmensa minoría?
No nos engañemos, esto que ha ocurrido en Cataluña es algo muy llamativo por el tema tan delicado al que le han metido la tijera, pero ¿cuánto se resiente el Estado del Bienestar o cuánto podría mejorarse si de verdad trabajáramos todos juntos en lugar de pelear por un proyecto que difícilmente saldrá adelante y que sólo sirve para que unos pocos listos tengan estatus de "cuasi jefe de Estado"?
Creo que la razón es lo que debe caracterizar al ser humano y sinceramente, cada vez estoy más convencido que nuestra sociedad ya no se rige por ella.
No sé dónde acabaremos.
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